domingo, 29 de noviembre de 2009

Clair de Lune

Ha sido un fin de semana intenso, maratoniano y productivo.

Mi cuerpo está ahora tenso, y mi alma cansada y hambrienta.

Es fácil de solucionar: Una buena ducha caliente relajará mi cuerpo, y la audición, con los ojos cerrados, del Clair de Lune de Debussy reconfortará y alimentará a mi alma.

A mi alma le gusta rozar con sus dedos etéreos las delicadas notas de cristal del Clair de Lune. Quiero compartir con vosotros la sensación reparadora y balsámica de escucharlo.

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